Por
Steve:
Nuestra constante búsqueda de bares y también hay que decirlo, de sangre joven (féminas si es posible) nos llevó esta vez a la cafetería de la escuela de diseño '
Velluters'. Al entrar vimos que la cafetería no era un lugar cerrado sino que estaba ahí metido en el mismo centro del edificio, como quien dice "voy a poner una barra, una nevera y una cafetera en este rincón del pasillo que hay sitio".
Tim, J.V. y yo nos acercamos a la barra:
-¿Nos pones 3 tercios?
-¿Ves, Pepe? Estos no vienen a pedir por las mesas. (por lo visto era el chiste del día, a falta de menú...)
Fuimos raudos en rechazar las
Cruzcampo antes de que las abrieran y nos ofrecieron como alternativa unas maravillosas
Kronemburg 1664 al precio bastante asequible de 1'50 el tercio. No dio tiempo a más porque cerraban ya, se me hace extraño cerrar un bar a las 8 de la tarde. Y no sé si era por el hecho de estar rodeados de aulas de estudio o por que se acercaba la hora de cenar pero todo estaba bastante silencioso y tranquilo.
Siento ser escueto pero a esas horas, con el bar vacío y cerrando, tampoco había mucho que criticar. El lugar me gusto, más que nada porque me gustan todos (
Tim le puso un 9). Pero sí le puedo poner una pega, al ser un lugar abierto en medio del edificio es un espacio libre de humo, a mi no me afecta pero dice un rumor que hay gente por ahí incapaz de beber sin fumar, no sé si será cierto o no.
1 comentario:
No habeis dicho que lo mejor fué verme a mi!!! que eso compensa la ley del tabaco!!!
me habeis decepcionado.
jajaja.
Besetes.
Pilastrum
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