UN SEGUIMIENTO DE LOS BARES A TRAVÉS DE LA COMUNIDAD VALENCIANA Y EL RESTO MUNDO




lunes, 29 de diciembre de 2008

Cambalache

Av. Regne de València, 24


Por Steve


Heroína y yo, nos demoramos demasiado en la taberna vasca y al salir nos dimos cuenta de que no había tiempo de alcanzar el famosos bar de los 3 quintos a un euro, decidimos entrar entonces en el primer bar que encontrásemos y fue así que conocimos la cafetería Cambalache.

si nos quejábamos de lo poco vasco que tenía la taberna anterior, este lugar era el extremo opuesto. Estaba llevado por una muchacha argentina de muy buen ver, era de esas que se niegan a abandonar su adorable acento latino (como debe ser), y el bar estaba repleto por todos lados de fotos de Buenos Aires, cuadros con gente bailando el tango y de más recuerdos de Argentina. Antes de sentarnos pregunté por los tipos y precios de cervezas: "Tenemos San Miguel a 1'50, Heinneken a 2 y Quilmes a 2'50, que es un poco más fuerte, y de importación." Mientras hablaba de esta última se le iluminó la cara, imaginaos a la muchacha erguida, con la cabeza bien alta, las manos en la cintura y la bandera albiceleste ondeando detrás. A pesar de ello opté por pedir mi amada San Miguel.
Como ya es costumbre no había nadie más en el local, sólo entraban ocasionalmente obreros a pedir cafés para llevar, lo hacían de puntillas para no dejar su huella en el suelo recien fregado. Me he criado en un humilde bar frecuentado por trabajadores y debo decir que nunca he visto a esta gente dirigirse a nadie con tanta amabilidad y respeto como lo hacían aquellos obreros con la chica argentina. Los tenía a raya.
También aquí perdimos la oportunidad de pedirnos unas tapas que de seguro iban a ser típicas de Argentina, a saber, costillas asadas o algo con culce de leche. A Dios pongo por testigo que a la proxima no se me escapan.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vote por la Mahou,soy puta pero clásica,golfa pero cinco estrellas,no cobro por follar pero pago las cervezas que me tomo.Besos