UN SEGUIMIENTO DE LOS BARES A TRAVÉS DE LA COMUNIDAD VALENCIANA Y EL RESTO MUNDO




viernes, 12 de marzo de 2010

Jamón del Medio



Por Pidgeotto:

No soy más que un pollo de peluche que vive en la mochila de Tim. Acompaño siempre a estos energúmenos que se hacen llamar birracentristas y que se enorgullecen de llenar todo un blog de paparruchas sobre sus experiencias en bares. A mí, personalmente, lo que escriben me parece superfluo y pretencioso. De hecho, escribo esto con mi suave pico naranja, para demostrar al mundo que una mierda algodón envuelto en tela amarilla es capaz de hacerlo mejor que ellos.


Grace quería salir de su casa aquella tarde sólo para huir del señor del gas que debía visitarle, y no le costó demasiado arrastrar con ella a los papanatas de Tim y Steve. Aquel dia me apetecía estirar las plumas un poco así que me hallaba con ellos. No suelo beber pero ya habíamos pasado por el Black Sheep y digamos que se me calentó el pico. Cuando entramos al bar Jamón del Medio vimos que colgaban varios jamones, así que Steve dijo de entrar aunque al resto no nos hacia gracia. Pero aun así nos metimos, como si Steve siguiera un reguero de alpiste. Nos sentamos en torno a un barril y vimos que al lado nuestro había uno gran abrevadero lleno de cacaos con corfa y sal. puestos ahí para que se sirvieran los clientes ellos solitos. Pedimos sendas San Migueles para todos y estos pensaron que en un lugar que tiene jamones y embutido colgando de las paredes, era un insulto no comer más que cacahuetes. Steve fue a la barra a pedir algo y al rato volvió el camarero con un plato de chorizo salchichón y queso. A opinión de Grace, era todo del Mercadona, eso sí, el pan estaba buenísimo. Como bien sabeis, los pollitos sólo comen semillas y gusanos, de modo que no puedo opinar, me centré en los cacahuetes. A día de hoy, Grace todavía le reprocha a Steve el precio (7`50) y la calidad de los ibericos que se comieron, a pesar de comerselos bien a gusto.

Tras salir de allí, volvimos a Paterna. Tim se metió en la cama con su ebriaguez y yo aproveché para releer y corregir libros de Herman Hesse y Samuel Beckett. Sin más dilación, pongo punto final con un gran golpe de pico.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El pollo es el mejor.