UN SEGUIMIENTO DE LOS BARES A TRAVÉS DE LA COMUNIDAD VALENCIANA Y EL RESTO MUNDO




miércoles, 11 de abril de 2012

Bar Babel

Nuevo Centro, piso de abajo


 Por Steve:

Érase una preciosa mañana de mierda. De mierda porque se había levantado uno de esos días grises en los que puede empezar a llover en cualquier momento. Y como el universo me odia y además soy una de esas personas cargadas de absurdos principios, manías y gilipolladas -como aquello de negarse a llevar encima un paraguas- , estaba más que seguro que me pillaría de lleno un torrente de agua. Pero también era una mañana preciosa, más que nada porque era el día del helado gratis en el Ben&Jerry's. Así, sin trampa ni cartón, sin letra pequeña. Ibas, elegías, pedías y te lo daban, sin más. De modo que había quedado allí con amigos para comer helado gratis, que no sólo de cerveza vive el hombre. Concretamente me esperaban Mr. Chicken, Spectrum y una nueva relación suya que tiene ahora. Aunque finalmente nos quedamos únicamente Mr.Chicken y yo a la espera de que se abriese la veda del helado.


Ante una oferta así pensaba que nos tocaría liarnos a hostias con barbies quinceañeras para conseguir un helado, pero no, había más bien poca gente allí esperando. No sé si es que será mentira eso de los 5 millones de parados o es que la gente es imbécil y no les gustan las cosas gratis. El caso es que allí había tan poca gente que nos dio para tomarnos tranquilamente un par de helados cada uno. Yo me tomé uno muy bueno de café y otro que sabía a pasta de dientes, y mientras me tomaba este último y Mr.Chicken me contaba las cosas que se pueden hacer en Valencia cuando viene de visita tu chica manchega, yo vislumbraba la silueta a contraluz de la camarera del bar de al lado que apuntaba la oferta del día en una pizarra. Ya sé dónde nos vamos a tomar la primera y última cerveza de la mañana, pensé.
Ante el escepticismo de Mr.Chicken sobre lo buena y apetitosa que puede estar una birra después de un helado respondí con un convincente y decisivo 'bah!'. Tal que acabé el helado sabor dentrífico con pepitas de chocolate y nos pasamos al local de al lado.

La chica que a contraluz parecía interesante resultó ser, además una paisana que nos conocía de vernos vagando por Paterna. Una chica morenita la mar de 'salá' (la mar de salá, eso ha tenido gracia) que nos contaba sus planes de futuro y nos puso pinchos de tortilla. Pero cuya mirada me recordaba a la de un chaval que me robó el móvil cuando apenas era yo un polluelo. Ahí conversando con la tipa nos bebimos una cerveza tostada 'made in Spain' que no tenía desperdicio alguno para el precio que tenía (1'50, señores!) y nos volvimos a contrareloj, que Mr.Chicken llegaba tarde a suspender un examen. Pero si algo de lo que escribo os interesa (ya sea la cerveza, el pincho de tortilla o las vistas a una heladería), daos prisa en ir que tengo entendido que la esperanza de vida de los negocios montados por allí es tirando a escueta.

Pretendo que la siguiente entrada sea sobre uno de esos bares que cuelgan cabezas de toro en las paredes. Quiero comprobar si es posible que exista un bar que no me guste.

1 comentario:

Anónimo dijo...

la cerveza se llamaba Mezquita, de la casa alhambra.

Mr.Chicken