UN SEGUIMIENTO DE LOS BARES A TRAVÉS DE LA COMUNIDAD VALENCIANA Y EL RESTO MUNDO




martes, 19 de enero de 2010

Bar el Descanso



Aventura Cántabra - Dia 2: Aledaños del pueblo



Por Tim

Habíamos andado varios kilometros desde Hinojedo, donde estábamos alojados y caminamos hacia el sur por la carretera, andando y viendo varios bares. Vimos varias vacas que parecían de mentira hasta que se movían, y pudimos comprobar que allí la gente en su jardin a veces tiene ovejas en lugar de perros. Caminamos de mañana hasta el cercano pueblo de Barreda, que limitaba con el rio Besaya. Allí mis ojos pudieron comprobar algo que había visto antes desde la carretera, y era una enorme central Térmica cuyas luces había visto reflejadas en el río, cosa que me pareció preciosa cuanto menos. Pero de día era otro cantar: si me había parecido bonito de noche, cuando pude verla bien me pareció una de las obras más increibles que haya visto jamás. Las chimeneas que llegaban hasta mitad del cielo con sus escaleras que un hombre con el corazán débil jamás podría subir, sus calles en la propia central que parecían salidas de una película cyberpunk y en las que imaginaba tiroteos, persecuciones y a Plissken Snake. Siempre he tenido una fijación con las industrias y aquella en aquel lugar ensimismo mi corazón. Espero que las fotos le hagan justicia, pero si sois frikis de estos temas os aconsejo que la veais un día, a las diez u once de la mañana, en su pleno esplendor. Estoy seguro que es la fuente de ingresos del pueblo y espero que siga estando ahí muchos años aunque sea nociva para el ecosistema.

Cuando volvimos camino de regreso, pasamos muchos bares hasta llegar al más cercano a Hinojedo, el primero que habíamos visto. Se llamaba Bar el Descanso y estaba en la propia carretera. Entramos y sólo habían dos abuelos norteños que hablaban sobre las virtudes de Guardiola como entrenador del Barça, decían que era un hombre que no decía nunca una palabra más alta que la otra y nunca subestimaba a sus adversarios.

Pedimos tres quintos, puesto que aún se seguían confundiendo cuando pedíamos tercios y nosotros seguíamos pidiéndolos sin pensar, y sin pedirlo nos pusieron un plato grandísimo con gambas como puños de grandes. Fue una pena por que no nos gustaran a ninguno y las devolvimos, y nos pusieron cacaos. Vimos en la tele una película sobre un tipo que quería hacer un grupo y triunfar en el Rock and Roll. Cuando pedimos los siguientes tres y un plato de bravas, el bar ya estaba lleno de gente misteriosamente, gente con hijos sobre todo, que irían a echar la birra de antes de comer, una cosa que siempre ha molado aunque luego no tengas hambre.



Las bravas resultaron ser un plato enorme de patatas precocinadas eso sí, aunque no nos quejamos porque dado que nos íbamos a poner como el kiko y nos habían traido todas las salsas del mundo para que las echáramos nos pareció genial. Me sorprendió ese detalle, ojalá los bares pusiesen siempre así las tapas, pues son estas patatas mi comida favorita del mundo. No recuerdo lo que valían pero vamos unos once euros no nos los quito nadie. Un nueve muy gordo para este bar.

1 comentario:

chus canal dijo...

bueno hay algunos bares con mas solera en cantabria como la asturiana en unquera cantabria...la cepa tambien en unquera...y algunos cerca en asturias como el hoyu al agua de mi amigo eduardo carrera..he leido algo de vuestro blogs...les mandare a mis ocntactos vuestra direccion...besines desde cantabria chus canal