UN SEGUIMIENTO DE LOS BARES A TRAVÉS DE LA COMUNIDAD VALENCIANA Y EL RESTO MUNDO




lunes, 20 de septiembre de 2010

Bar Castillo de Cullera

en lo alto de la montaña de cullera


Por Steve:

Acabo de abrirme la última cerveza de las celebraciones que quedaba en mi nevera. Una cerveza rusa de medio litro que no me costó más que 1€, pero tan extraña y exótica la veía que la tenía como la típica botella de champán que guardan todas las familias para momentos especiales. Ahora veo al cielo amenazando lluvia, a gente sacando las mangas largas del armario, a los universitarios volviendo a su rutina estudiantil y me doy cuenta de que el verano ha acabado. Y para despedir este verano tan guay como dios manda, bien merece la pena abrir esa botella de cerveza con las letras del revés.



Lo que os voy a relatar a continuación es una de las razones de calificar mi verano de 'tan guay', algo que podría incluir en mi selecta lista de momentos a guardar en el recuerdo.

Cullera. Esa ciudad que tantos alegrías me ha dado a lo largo de los años también es participe de esta. Logré arrastrar hasta allí a James y Tim y, una vez allí, también conseguí convencerlos para subir una tarde al Castillo de Cullera, lugar que sólo sale en las postales desde lejos porque es feo de cojones. Para cualquier turista no hay demasiado que ver allí, por eso tuve que recurrir a la promesa de encontrar un bar al final de nuestro viaje. Tras una birra en un kebab para coger fuerzas, nos dispusimos a subir carretera arriba. Lo cierto es que no estaba del todo seguro de que hubiese un bar allá, en la cúspide de la montaña. Sin duda, de equivocarme, mis amigos me tirarían desde el lugar más mortífero que encontrasen. Y más aun después de descubrir que alguien, en el pasado, había tenido la maravillosa idea de construir un camino que se estrellaba de lleno en pedregosa y empinada montaña. Tal que nos tocó volver a bajar para después volver a subir de nuevo. Sudorosos y acalorados; con el sol a la espalda, la camiseta al hombro y la cerveza en la mente emprendimos de nuevo el viaje por una nueva senda. Y esta vez sí, ya con la luz del sol anaranjándose, y tras un momento de incertidumbre vimos una silla de terraza con el logo de Heinneken en lo alto de una escalera. Ya nadie vio el castillo, subimos los 3 cegados por la idea de una cerveza corriendo por la garganta.


No sé si fueron las vistas, la necesidad cervecil del momento, los colegas o una mezcla de todo; o quizá es que con media botella de cerveza rusa en el estomago, mis recuerdos se vuelven mucho más bonitos. Pero lo cierto es que, en mi memoria, tengo a las 3 birras que me tomé allí como unas de las más gratificantes de mi vida. Me veía ahí en lo alto, con la brisa pasando sobre mis desnudos sobacos, con una jarra helada delante, y me decía a mí mismo que nada más me podía faltar en ese momento. No habían preocupaciones relacionadas con mujeres o dinero, ningún problema en la cabeza. Ni si quiera pensábamos en la ardua tarea que nos iba a suponer volver a bajar anocheciendo. Quiero que miréis la foto de esos muchachos y me digáis que no véis una felicidad impoluta en sus rostros. Digan lo que digan los anuncios d Halcón Viajes, para mí las vacaciones son justamente esto y nada más.

Y bueno, soltada ya toda esta parafernalia, no me queda más que desearos una feliz vuelta al trabajo/estudios y que no olvidéis escaparos en algún momento de vuestra rutina para tomaros una fresca birrichuela. Supongo que tras estos 4 mesezacos de vacaciones que hemos tenido cargados de aventuras y chicas en bikini, volveremos a dar vida a este blog.

2 comentarios:

Unknown dijo...

No ha sido un mal verano, la verdad. Cullera es bonita, y creo que volvería a ir. El castillo no es gran cosa como has dicho, pero las vistas desde arriba son bonitas. Y con buena compañia todo es mejor.

Como me alegro de esta vuelta vuestra al mundo blogueril! Bienvenidos! ^^

Anónimo dijo...

vida en el blog! Siempre hace falta una cerveza de "despues de..." como premio, rusa, negra, rubia... Interracial con la birra. Un anonimo de castello residiendo en vlc, animo birracentristas a seguir asi!