Av.de la Ilustración, 14
Por Steve
Alguien debió avisarnos de que Zaragoza era mucho más grande que la última vez que la pisé, de que el recinto del Metalway estaba a tomar por el culo de cualquier punto de venta de víveres y de que allí no saben lo que es un árbol (Érase una vez una ciudad sin sombra). Pero si nos hubiésemos enterado antes, posiblemente jamás hubiéramos conocido la Cafetería Je-na. Llegabas al Eroski a las 12 de la mañana empujando un carro de la compra y lo último que te apetecía era volverte y con el carro lleno, supongo que por eso alguien puso un bar enfrente. Total que te metes a tomarte una caña bajo la sombrilla de la terraza y claro, te lías, te lías tanto que entre Ambars 1900, carajillos de ron y patatas bravas vaciamos allí 66€ de nuestras carteras. Pedimos un periódico para confirmar con las palabras de la portada ‘Michael Jackson muere a los 50 años’, que los rumores de la noche anterior eran ciertos. Recuerdo también que Tim no hacía más que reirse y decir tonterías, ya en Valencia caímos en que se debía a la insolación que había cogido.
A la vuelta al Eroski nos topamos con un chaval tirado en la acera, yacía boca arriba cual largo era con dos litronas y una tortilla de patata en sus cercanías, era evidente que también venía al Metalway. Cometimos el error de resucitarlo, pues a partir de entonces nos costó lo nuestro quitárnoslo de encima, era como cuando le das una galleta a un perro callejero, que te sigue a todas partes y te da cosa darle una patada para que se largue, pero peor, se nos pegó cual sanguijuela que nos chupaba latas de cerveza en lugar de sangre. Y como era de esperar, nos deshicimos de él de la forma mas ruin y traicionera posible. Y sí, el conocer al hombre-lapa-sanguijuela fue un percance que nos hubiera gustado evitar, pero bien merecían la pena las fresquitas birras a la única sombra de Zaragoza.
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